sábado, 1 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo011_1997_El Inicio02


- Judas - murmure, en ese momento me di cuenta que ya estaba a unos pasos de aquel carpintero y del que colgaba de forma inerte del árbol, es decir, estaba como un observador por medio de mi alma o espiritu.

- El traidor, el que vendió al Mesías  … quiero que veas algo - mencionó el Ser. Éste ya estaba parado junto a mi observandose a si mismo colgado a unos pasos de aquel otro carpintero.

Unos instantes después vimos como de su cuerpo de aquella época se desprendía su alma y en ese momento apareció otro ser vestido de forma parecida a como viste Judás ahora. Ese otro personaje no tomó de la mano el alma de Judas aunque éste tampoco trato de tocar su cuerpo material. Por un momento me sentí como mareado y no lograba distinguir que hacían pero parecía que estaban hablando o discutiendo muy fuerte.

Poco después vimos de nuevo aquella luz pero algo raro había, según mi percepción era un poco mas brillante de la que había visto anteriormente y juraría que se escuchaban murmullos ... pero estos venían de todas partes no sólo de la luz. En esta ocasión fue el alma de Judas de aquella epoca quien tomo de la mano al otro Ser y lo dirigió a la Luz … poco después se quedo sólo el alma de Judas viendo su cuerpo y observando como aquel otro ser vivo se alejaba pensativo del lugar.

- Alejemonos un poco de este lugar - me ordenó el Judas actual. Empezamos a caminar y yo estaba un poco confuso aunque tratando de reflexionar en lo que había pasado, mis pensamientos se estaba acelerando demasiado y sentía como si se me estuvieran desbocando.
Judas puso su mano sobre mi hombro y sentí como poco a poco me iba calmando y ya no estaba tan acelerado por lo que acababa de ver.

- ¿Recuerdas las historias de la mitología Griega-Romana? - rompió el silencio Judas.
Decían que los Dioses tenían envidia de los humanos porque al no ser inmortales podían disfrutar de cada momento porque para ellos es único. Cuando Él los escogió de entre todas las especies también tuvo que elegir a uno de sus Ángeles para que hiciera el trabajo de ‘recolección’ de almas una vez que terminaban su ciclo en este mundo.

- ¿Entonces esa luz a la cual los llevas es el cielo? ¿quiere decir que esas personas hicieron el bien y por eso fueron hacía la luz?- le pregunté con un poco de pena, de alguna forma le estaba diciendo que el debía terminar en el mas recóndito lugar de los mas obscuros infiernos.

- Lo que sé es que no hay ningún Infierno al cual ir, sólo queda la luz - contestó - no me preguntes que hay exactamente del otro lado porque no se si no he estado ahí o si no lo puedo recordar. Lo que mas se acerca a ese concepto de cielo e infierno que tu crees esta aquí, en este mundo material en el que vives (me recordó mucho algo que siempre decía mi Madre). Es tan sencillo como que el bien atrae el bien y el mal atrae el mal, muy básico pero muy difícil de seguir en la práctica.

Judas por un momento se quedo pensativo y ausente, en mi caso tenía tantas dudas, tantas preguntas que hacer. Ya estaba consciente de que todo esto no era un sueño pero me costaba trabajo asimilar todo cuanto pasaba.

La labor de ese Ángel consistía en que además de conducirlos a la luz, debía tocar las almas de los que acaban de fallecer para poder experimentar todos sus recuerdos y todas sus vivencias - continuó Judas - pero lo principal, es que asumía o se hacia responsable por sus culpas. El era como un purgatorio ambulante ya que los que mueren tienen que dejar todo lo malo que vivieron en tu mundo para poder regresar libres de culpa. En ese proceso, por llamarlo de alguna manera, también se quedaba con todos los recuerdos de las personas que iba ayudando a pasar a la luz.

Esa angustia de muchas voces en la cabeza que experimentaste, esa desesperación y sentir que te comen la entrañas es el tener que cargar con los recuerdos , culpas y pecados de los demás. El problema es que esos recuerdos y remordimientos los tienes que llevar siempre contigo, porque todo lo malo que se ha hecho no puede simplemente desaparecer porque si.

Judas me explico que en el caso de aquel Ángel , Dios le prometió que llegaría el día en que alguien tomaría su puesto, alguien que cometería un gran pecado y que aceptase cargar con esa culpa.

- Cuando morí el Ángel me dió la posibilidad de que simplemente el asumiera mis pecados y que entrara a la luz, o que por el contrario, tomara su lugar. A pesar de lo que yo hice, me dieron la oportunidad de elegir. Libre albedrío, es el delicado manto que separa el bien del mal. Yo estaba tan arrepentido y tan agobiado que acepte la oferta de tomar el lugar de aquel Ángel de la Muerte. A cambio de esto mis pecados ya no me causarían remordimiento, ni siquiera tenía que cargar con los que el Ángel había recolectado con el pasar de miles de años. Era como un borrón y cuenta nueva.

Hubo un silencio incomodo que hizo que se me erizara la piel, pero me arme de valor y le hice la pregunta que me había asaltado desde hacía unos momentos : ¿voy a morir o me queda poco tiempo de vida? ¿por eso me estas diciendo todo esto?

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