viernes, 7 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo015_1997_UnDiaDeClasesNormal02


Al poco rato llego el maestro y pues el alboroto de platicarse que había pasado el fin de semana y ese rollo se fue diluyendo poco a poco. No me imaginaba que podía decir yo sobre mi fin de semana.

- Pues no se que hiciste en tu fin de semana, pero yo vi a una chava muy guapa pero ella no me vio a mi porque que es invidente, no se ni como se llama y creo que ni vive aquí en Cancún. Y además estuve soñando con Judas, si, el de la biblia … bueno, realmente no era un sueño porque íbamos por el alma de las personas cuando mueren y me esta pidiendo ayuda … - de loco no me hubiesen bajado.

Lo maravilloso de sentarse hasta atrás es que tienes un campo de visión mas amplio, puedes observar en que se entretienen tus compañeros, a los que están platicando o echando relajo y porque no, echarle el ojo de vez en vez a la chica que te gusta. Pensando en eso, observe a lo lejos a Paola, como siempre, parecía ausente. Seguramente el Grandote le ha de haber hecho alguna de las suyas el fin de semana. Ahora que recuerdo no le pregunte que hizo, pero pues seguramente me iba a contestar con otra pregunta, de cualquier forma por educación al rato le pregunto que onda.

Lo malo de estar hasta atrás es que para los maestros pasas a ser del grupo de alumnos que se sienta ahí porque nada mas vas a echar relajo o porque eres de los flojos, pero en mi caso casi nunca oían mi voz, así que no creo que crean que ese sea el caso. Además, estar mas cerca del aire acondicionado en particular para este salón era un plus muy especial.

Llevábamos como media hora de clase cuando me llego un recadito de Paola, el cuate que me lo paso tenia esa sonrisa de complicidad y arqueaba exageradamente las cejas moviendo afirmativamente la cabeza.

“Ya deja de verme y pon atención … si no quien me va explicar luego”.
La voltee a ver aún cuando sabia que iba actuar como si ella no me hubiese mandado nada.

“Hoy no voy a poder, tengo que filmar al rato. Atte. Brad Pitt” le mande en el mismo papelito como respuesta. Ella recibió el recado y me pareció ver a los lejos que le daba un poco de risa lo que le había respondido, pero no volteo a verme.

Mi relación con Paola obviamente era de amistad, pero a ella le encantaba hacerme sufrir con sus bromas, en mas de una ocasión me agarraba la mano justo antes de entrar al salón para ver cuanto podía aguantar forcejeando con ella para que me soltase.

- No te he partido el hocico porque se que eres como su mejor amiga enano - me dijo en alguna ocasión el Grandote - bueno, además de que no le puedo pegar al hijo del dueño de mi cantina favorita.

Creo que eso era la parte divertida del negocio de mis padres, además de que la gente pensaba que eras un cuate ‘cool’ y en onda porque vivías justo detrás de una cantina o mas bien, el frente de tu casa era una cantina. Los tipos de seguridad que trabajaban ahí hacían que nadie se quisiera meter contigo, así que no había sufrido de brabuconerías. Lo único malo es que piensan que eres como un bar ambulante, me preguntan sobre bebidas y que si me pongo hasta las chanclas como si fuera un experto en esos temas. La realidad es que no tomaba ni una gota de alcohol porque en primera no me gustaba el sabor de las bebidas (ni lo amargo de una cerveza ni lo dulce del licor) y segundo porque la vez que se me ocurrió hacerlo la migraña se fue a los cielos.

Sentí que alguien me miraba y era Paola que se había volteado por un momento, con un movimiento de cabeza me indico que prestara atención a lo que estaban explicando … creo que de alguna forma estaba velando mas por sus intereses que por los mios.

Los otros 20 minutos de esta clase clase me trate de concentrar en lo que estaba explicando el maestro, pero por mas que los intentaba no podía sacarme de mi mente lo que había estado viviendo desde este fin de semana. En el fondo estaba un poco preocupado porque llegue a pensar en que si lo que me que causaba el dolor de cabeza fuera algo malo en mi cabeza y que me estuviese haciendo tener alucinaciones.

Terminó la clase y salimos al primer descanso. Me di cuenta que Paola se había ido con sus amigas. Me apoyé en la pequeña barda que servía de barandal y estuve observando por un rato el campo de Futbol, pensando en si regresaría o no a jugar. Sentí un poco de escalofrío el recordar la forma en que me lesione, cuando el defensa del otro equipo se barrió con demasiada fuerza y no me dio tiempo de quitar el pie de apoyo antes de pegarle al balón. Por un momento sentí como si se hubiese desprendido mi pie a la altura del tobillo e inmediatamente sentí mareos y ganas de vomitar. Estuve a punto de perder el conocimiento pero creo que el dolor fue lo que me lo impidió.

Trate de alejar mis pensamientos y me gire viendo hacia las escaleras. En ese momento vi que Paola ya regresaba junto con sus amigas. Unos pocos pasos antes de llegar hacia la puerta del salón se separo de ellas y se acerco pidiendome que si podía ir en la tarde a su casa a estudiar un poco. A mi se me había olvidado que al día siguiente teníamos examen, así que acordamos que nos veríamos después de las 5pm. Antes de entrar al salón se giro y se me quedo viendo como cuando sabe que algo esta raro o algo no cuadra.

- ¿Estabas pensando en tu pie verdad? - me preguntó de forma seria.

- Si ... entre otras cosas. - Le contesté . Tenía tanto que platicarle pero parecía que tenía tantas ganas de ponerse al día con los dimes y diretes de sus amigas que preferí disimular que solo estaba pensando en mi pie. Hasta eso, cuando quería hablar en serio con alguien sobre algo ella siempre me escuchaba y me aconsejaba … aunque de Ñoño no me bajaba.

Paola se acerco un poco a mi alejándose de la puerta y por un momento pensé que iba a tomar mi mano, definitivamente algo le estaba pasando también pero creo que no se atrevía a decirme. Por un momento sentí que se detuvo el tiempo pero era extraño, por primera vez en todo este tiempo creí que por fin me iba a decir algo sobre sus sentimientos o algo personal y me empecé a poner muy nervioso. Lentamente dio un par de pasos más y acerco sus labios hacia mi oído mas cercano a ella, como para decirme un secreto.

- Desde que te paso lo del pie hay algo que te he querido decir - me dijó, exagerando una voz sexi - me daba mucha pena decirtelo pero necesito hacerlo ahora o siento que voy a estallar - hizo una pausa kilometrica en el que percibí su delicado perfume - ya no llegaste a profesional Ñoño !!!! - termino diciendo ya con una voz como de locutor de radio.

Lentamente se separo de mi y cuando pensé que iba a soltar la carcajada me di cuenta que era su forma de decir que lamentaba lo de mi pie porque sabía que tan importante era para mi el juego y los entrenamientos. Así era Paola, era mas fácil tirar desde esa altura la pluma de un ave  y adivinar sus movimientos al caer que saber que pasaba exactamente por la mente de Paola, era demasiado impredecible.

El resto del día de clases estuve pensando en Ella, en la  chica de la terminal. Imaginar o fantasear sobre que le diría y mas que nada pensar en como se llamaría hizo que practicamente me ausentara mentalmente del resto de mis compañeros.

Paola estuvo viendo no se que el resto del día con sus amigas. En un principio me sacaba un poco de onda su actitud, por momentos parecía que eramos los mejores amigos y por momentos simplemente me ignoraba y se ausentaba del salón sin decirme absolutamente nada. Aún así, yo la consideraba mi mejor y única amiga, así que la aceptaba como era.

Llego la hora de la salida y Paola se despidió de mi desde la puerta del salón haciendo la señal de la victoria y diciendo su ya clásica frase.

- Nos vemos al rato Ñoño !!! .   

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