miércoles, 19 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo024_1997_UnaTardeDePerros_04

Percibí como el olor de su cabello se estaba impregnando en el ambiente y por un momento sentí que el tiempo se había detenido. Creo que nunca había visto tan de cerca a Paola. Era realmente hermosa, pero era una belleza un poco exótica y sensual al mismo tiempo. Sentí como mi pulso se empezó a acelerar mientras escuchaba como su respiración se hacia un poco mas profunda y pausada. En ese momento me dí cuenta que ella me atraía de una forma demasiado pasional, pero que no era algo nuevo, era algo que yo venía guardando y sintiendo desde hacía mucho tiempo atrás. Dejó de hacer presión hacia mi cuerpo y note que desvió su mirada hacia el pasillo que conducía a la puerta de entrada.

- Gracias - Me dijo ausente - estoy un poco confundida ahora. ¿nos podemos ver mañana?

Yo tartamudee mientras le decía que no había problema y me apresure a soltarla. De repente ella me volvió acercar hacía su cuerpo de forma un poco brusca. Se me quedó viendo a los ojos fijamente, como buscando algo en ellos. Yo no le pude sostener la mirada e inmediatamente sentí que me estaba poniendo rojo, así que observe de nuevo sus labios. Ella esbozo una sonrisa y me soltó de su mano derecha. Con demasiada cadencia la dirigió hacia mis labios y me rozó levemente con su dedo índice. Yo sentí muchas cosquillas y sacudí la cabeza tratando de quitarme esa sensación.

Y paso lo que nunca me hubiese imaginado, ¡¡¡ Paola se puso colorada !!! … y ví como se perturbo al punto de soltarme de forma abrupta nuevamente. Con la mirada me invitó a retirarme. Temblando me dirigí a la puerta y cuando gire para despedirme me di cuenta que ya había subido las escaleras hacía su habitación. Ya en la calle enfile mis pasos hacia la Avenida Tulum mientras me reponía de la impresión. No podía sacar de mi mente la idea de haber estado tan cerca de Paola y que sobre todo había estado a punto de besarla. Finalmente yo no tenía ningún compromiso, pero de alguna manera el hecho de que ella acabará de terminar con el Grandote no me hacia sentir muy cómodo que dijeramos.

Mientras llegaba a mi casa estuve de nuevo mas ausente de lo normal. Realmente tenía una maraña de ideas en mi cabeza. Por un lado pensaba en Ella y por el otro pensaba en Paola. Por un lado sentía una gran ternura e ilusión por alguien que no conocía y por el otro me daba cuenta que debajo de esa amistad de tanto tiempo se había estaba gestando un sentimiento muy fuerte de atracción y tentación.

Llegué al estacionamiento de la Cantina y debido a la hora se escuchaba bastante escandalo. En ésta ocasión decidí rodearla totalmente e ir a la entrada de la casa, cuando llegue a la puerta había un mensaje de Raúl, uno de los empleados de confianza de mi Papá.

‘Tocayito, llamó tu abuelo y dice que llega mañana al medio día’ - decía el papelito.

Como no tenía hambre decidí que mejor me iría a acostar de una vez, de alguna forma el día de hoy había estado cargado de emociones y me sentía un poco agobiado por ello. Contrario a lo que siempre me ocurría me dormí demasiado pronto.

Empece a soñar que estaba en el camión camino al Tec. Pero había algo extraño porque el camión estaba totalmente vacío y además de eso, era muy raro ya que al tratar de observar hacia donde estaba el chofer la visión se me ponía un poco borrosa, sintiendo un poco de mareo. Por un momento me vi caminando junto a la cancha de basquet pero la escuela estaba al igual que el camión totalmente desierta, seguí derecho hasta llegar frente a la Biblioteca y cuando voltee a las escaleras vi a una figura conocida, era Judas. Después de la tarde tan complicada que había tenido no recordaba que me encontraría de nuevo con el.

- Y bien … ¿que has decidido? - me preguntó mientras me acercaba lentamente hacía él.

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