domingo, 30 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo027_25Diciembre


- Tenemos muchas preguntas para usted Doctor  - continuó el líder de ese pequeño escuadrón estirando su mano para presentarse - de hecho, empezando precisamente por eso. Hemos revisado en las bases de datos de los civiles y en ningún lado encontramos que tuviera algún tipo de estudios previos de medicina, lo que nos lleva a pensar que de alguna forma lo aprendió cuando a todo esto se lo empezó a llevar los mil demonios. Por cierto, puede llamarme John.


Yo estiré la mano para saludarlo y él la estrecho con fuerza, justo cuando estaba por responderle se llevó la otra mano a su oreja y escucho con atención, le estaban informando de algo. 


- ¿Hace cuanto lo mordieron? - me preguntó todavía sin soltar mi mano.


- Ya hace mas de 20 horas - le respondí - . Y con respecto a su otra pregunta pues como muchos de nosotros, tuve que aprender sobre la marcha de un Médico del grupo de sobrevivientes al que pertenecía. ¿Quieres son ustedes? … ¿De donde salieron?.


- Ninguna persona aprende lo que sabemos que usted ha hecho durante todo este tiempo desempeñándose como Doctor, ni siquiera aunque fuera veterinario. Usted es todo un enigma para nosotros, lástima que haya sido mordido a menos que … ¿esta camuflajeado para parecer uno de ellos? - me preguntó sorprendido mientras me soltaba la mano.


- No, estoy experimentando estos cambios, por así decirlo, después del Aletargador - le respondí. El dolor al parecer se calmo un poco, de hecho, tengo una sensación como si me estuviera despertando apenas de un sueño muy profundo. Si dejo de mover las manos siento como pequeños calambres.


- El Aletargador es un placebo, una falsa cura ideada en momentos de desesperación. Lo único que hace es retardar el flujo de sangre, haciendo que la infección se propage un poco mas lento, así que ese aspecto nada bueno que tiene no es resultado ni tiene nada que ver con el Aletargador. 
¿Sabía que hay muy pocos casos de personas que son inmunes a la infección? , pues ninguno de ellos empieza con síntomas, me da la impresión que hemos venido de demasiado lejos y ademas tarde - me comentó mientras se llevaba de nuevo la mano izquierda a su oreja.


Yo no sabía que habían personas inmunes, de hecho, no debería de ser así. En ese momento Jhon me hizo señas para que regresara la vista hacia la Avenida Bonampak, aquel grupo de zombis se estaban acercando demasiado. Jhon me pidió que me acercara con él a su grupo que se estaba reorganizando. Nos pidió a José y a mi que nos situáramos justo en medio de la formación de grupos de tres bajo la cual se movían. 
Mientras recibíamos instrucciones de como desplazarnos Jhon le aventó a José un paquete de cargadores para su arma, en ese momento José se volteo a verme y me explicó que toda la necedad por su arma era porque ellos se la había proporcionado y que tenían una forma de rastrearla, que por eso habían dado con nosotros. Jhon me preguntó que tipo de arma llevaba y cuando le enseñe lo que llevaba se extraño mucho … aunque juraría que a pesar de la recia expresión de su rostro, esbozo una mueva que indicaba un poco de respeto hacia mi persona.


Nos dirigimos hacia la Avenida Tulum donde había una glorieta y las instrucciones eran seguir hacia a la izquierda para llegar irnos acercando hasta al Tec de Cancún. En esa avenida se veían muchos cuerpos de aquellos seres y a todos se les veía que habían sido impactados por las armas del grupo de Jhon, al llegar desde esa zona habían de alguna forma limpiado el lugar.


Cuando pasamos por esa zona sentí mucha melancolía por ese lugar en particular. Recordé que cuando estudiaba en la secundaria era muy común pasar por ahí y me traía muchos recuerdos, muchos de ellos que estaban alojados en mi alma y corazón. El hecho de abandonar la niñez y de entrar a la adolescencia hacían para mi de esos momentos como mágicos, pero de ese lugar ya solo quedaban ruinas ... sobre todo después de la explosión del Ayuntamiento. Al estar en ese lugar me pregunte, como otras tantas veces, que hubiese pasado si nada de esta pesadilla hubiese ocurrido.


Seguimos avanzando con aquellos seres pisándonos los talones, el grupo de Jhon era muy eficiente y los lograban mantener a raya, pero conforme fuimos avanzando empezaron a aparecer mas de esos podridos desde las calles laterales. Eran muy lentos ya, pero aún así era muy peligroso confiarse. Decidí acercarme hacia la lateral derecha (contraría al Ayuntamiento) con la intención de ir  eliminando a los podridos mas cercanos. Tampoco quería desperdiciar fuerza y energía con ellos, después de todo, no valía la pena tomarlo personal.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo026_1997_LaDecision


En un instante estábamos nuevamente en el Tec, la lluvia había cesado y caminábamos por el campo de Futbol. Estaba muy confundido, la realidad es que no sabía ni que pensar después de lo que habíamos presenciado. Fué cuando Judas empezó nuevamente a hablar con ese tono tan gris que por momentos hacía que se erizara la piel.

- Como veras no todo consiste en ayudar a las personas a cruzar, esa habilidad de hacerlo trae otro tipo de facultades. Al principio sólo veía los recuerdos de las personas, con el tiempo vi que podía remontarme en el tiempo a cosas que personalmente había vivido y después de regresar en el tiempo a momentos de aquellas personas que había tocado.

- ¿Y quien murió en esa ocasión? - pregunté después de que Judas había hecho una larga pausa, creo que estaba esperando a que asimilara la información poco a poco.

- Nadie - continuó - . Más adelante me di cuenta que podía ir hacia atrás en el tiempo a donde yo quisiera ir, independiente o no a haber estado ahí para ayudar en el cruce o de haber tocado a las personas que vivían ese momento o instante.

Judas lo decía tan convencido y tan natural pero yo tenía muchas dudas con respecto a lo que afirmaba.

- ¿Y como le haces para transportar a tantas personas? … porque me imagino que no mueren una o dos en un día ¿no? . Es mas, ¿no deberías estar transportando personas ahora? … ¿y si mueren al mismo tiempo? - le pregunté tratando de organizar lo mejor posible mis preguntas.

- El tiempo y el espacio no es como tu lo imaginas, de hecho, va mas allá de las reglas de la Física que han tratado de aplicar los que se dicen científicos en tu presente y pasado cercano. Hay cosas que simplemente no te dejan hacer dichas reglas, por ejemplo, ¿cuantas veces has soñado que vuelas?. Nunca lo has hecho despierto, pero mas sin embargo cuando sueñas lo haces de forma natural ¿o no?.

Lo que te ofrezco - continuó Judas - va mas allá de ayudar o no a las personas a cruzar, va mas allá de saber que hay algo después de esta vida material que llevas. Es tan simple como de poder usar ese conocimiento a tu vida diaria … pero al mismo tiempo, ninguna de esas habilidades las podrás tener en tu vida ‘normal’, de hecho, asumo desde ahora que nadie creerá lo que digas y que terminaras con una camisa de fuerza en algún hospital para enfermos mentales.

- ¿Quieres decir que por ejemplo no podría viajar en el tiempo mas que por medio de mis sueños? - le pregunté confuso. Esa parte de vas a tener habilidades pero no las puedes usar en tu vida cotidiana no me terminaba de convencer.

- Cuando estas en tu cuerpo, debes atenerte a las reglas de la Física que te impone estar en un cuerpo material. No hay forma en que puedas romper las reglas de la gravedad y no puedes alterar eso que le llaman tiempo y espacio. Mas sin embargo, tendrás el conocimiento necesario para poder tomar decisiones en tu vida cotidiana que cambien tu futuro. Por ejemplo, acabas de ver como nació Alicia y de donde viene su ceguera. Nada impide que puedas llegar a su pasado mas cercano y saber donde vive y que es lo que hace o deja de hacer.

- Eso es cruel - le espeté casi molesto. Eso sería tomar ventaja de la situación.

Judas me miró como si estuviera a punto de darme un golpe, creo que poco a poco estaba perdiendo la paciencia. Siguió caminando lentamente, me daba la impresión de que estaba como desesperado por algo, … de la nada se calmó un poco y me dijo algo muy lentamente.

- ¿Has pensado en las personas que tienen una habilidad que los destaca de los demás?. Si aplicamos lo que dices de no sacar provecho de las cosas, entonces no habría estrellas deportivas, ni personas excepcionales ni alguien que sobresaliera. Además de eso, no seas hipocrita contigo mismo, tu tienes habilidades con tu mente que tratas de reprimir, pero no puedes ir contra tu naturaleza. Un lobo no dejara de ser un lobo porque razone en el porque le aulla cada noche a la misma luna.

- ¿Y que si usas tu habilidad para acercarte a Alicia? a tú Ella - decía Judas cada vez subiendo un poco mas la voz - .  Ahora sabes como se llama y puedes estar con ella tanto en el pasado como en su presente físicamente. Ella tiene limitaciones las cuales la hacen muy vulnerable, tu puedes evitar que le hagan daño o que sufra. Además de eso, ¿tu crees que es la primera vida en la que la ves?.

Sentí como un balde de agua helada, aquella idea romántica de saber que hay alguien predestinado a ti y que ha estado contigo antes de esta vida parecía acechar mis pensamientos nuevamente.

sábado, 22 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo025_1997_LaDecision

La verdad es que con el día tan complicado que había pasado no sabia bien que contestarle. Yo pensaba en que la oferta que me había hecho sí era tentadora y honestamente tenía mucha curiosidad. Pero creo que necesitaba algo mas que curiosidad para poder ayudar a Judas en sus labores. Por otro lado también me confundía mucho como es que adquiriría las habilidades de él y que además, esa habilidad de poder ‘bloquear’ mis recuerdos que el tanto quería ni siquiera yo mismo sabia como lo podía hacer … ¿Y si de repente eso fallara? ¿Me iba a quedar con mas recuerdos además de los que ya cargaba de mis vidas pasadas?.



De repente el cielo se empezó a poner muy oscuro y una fuerte llovizna que, aunque estábamos dentro del cubo de la escalera, nos empezó a alcanzar poco a poco.



- Quiero que vengas conmigo a ver algo - me dijo mientras todo se ponía mas obscuro y la lluvia se escuchaba mas fuerte.



En un instante el ruido de la lluvia cesó y estábamos parados en una habitación muy blanca donde habían un par de médicos ayudando en la labor de parto a una mujer muy hermosa, de hecho, se me hizo un poco conocida.



- ¿Tarde o temprano el mareo desaparece verdad? - me hizó notar Judas.



Yo asentí con la cabeza mientras veía como los médicos estaban batallando un poco para traer al mundo a un bebe. Después de un rato lograron hacer que saliera del cuerpo de su madre y uno de ellos lo tomó de forma delicada y se alejó un poco hacia una pequeña mesita. Judas me hizo señas de que siguiéramos a ese Médico. 
Por un momento dudé. Paso por mi mente que tenía que llevarse a ese recién nacido y empecé a sentir mucha pena y angustia. ‘Ni edad ni condición social’ paso por mi mente. Pense en que Judas era demasiado cruel o crudo y que si creía que con eso me convencería pues estaba haciendo justamente lo contrario. Lo voltee a ver y el permanecía impávido, como si su rostro fuera el de una estatua.



Nos acercamos justo frente al Médico, y aunque sabíamos que no nos veía o escuchaba permanecíamos en silencio. En ese momento empecé a prestar atención al mobiliario y equipo de esa habitación. Todo era de aspecto antigüo pero muy bien cuidado, de hecho, podría pensar que hasta era nuevo. En especial el reloj que lentamente iba dejando correr los segundos. Seguí observando el lugar y fue cuando caí en cuenta de la fecha al toparme con un calendario : Octubre 25 , 1984.



En ese momento el llanto del recién nacido hizo que me sobresaltara. Fue cuando le preste una mayor atención y me di cuenta que era una niña. El médico estaba haciendo su revisión de rutina, estaba por revisarle los ojos y saco una pequeña lamparita. Observe como se contrarió y llamo a un asistente que acababa de entrar.

Sin decirle nada le indicó que observara mientras dirigía la luz hacia los ojos de la recién nacida.
En ese momento ví que movía los labios y le decía algo pero no lograba escuchar que era. Me trate de acercar a ellos y fue cuando Judas me tomo del brazo para que no lo hiciera.



- A veces, es mejor no oir nada cuando estamos aquí - me dijo con cierto tono de desprecio en su voz.

Vi como llamaban al otro Doctor y este se acercó presuroso, procedió a revisar también los ojos de la bebe. Vi como con un gran pesar se dirigió hacia la madre de la bebe que por lo que entendí estaba preguntando que era lo que ocurría. El Médico se acercó a ella y la Sra. empezó a llorar desconsoladamente. Fue cuando le acercaron a su Bebe y yo me solté de Judas y me acerque a ver que pasaba. La madre veía a los ojos de la bebe pero los ojos de la bebe parecían ausentes, sin brillo, sin vida. En ese momento me fijé un poco mejor en la Señora y fue cuando caí en cuenta de a donde nos había llevado Judas, de porque se me hacía tan conocida.



- Alicia … su nombre es Alicia - me dijó muy pausadamente.



Me había llevado a presenciar el nacimiento de Ella.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo024_1997_UnaTardeDePerros_04

Percibí como el olor de su cabello se estaba impregnando en el ambiente y por un momento sentí que el tiempo se había detenido. Creo que nunca había visto tan de cerca a Paola. Era realmente hermosa, pero era una belleza un poco exótica y sensual al mismo tiempo. Sentí como mi pulso se empezó a acelerar mientras escuchaba como su respiración se hacia un poco mas profunda y pausada. En ese momento me dí cuenta que ella me atraía de una forma demasiado pasional, pero que no era algo nuevo, era algo que yo venía guardando y sintiendo desde hacía mucho tiempo atrás. Dejó de hacer presión hacia mi cuerpo y note que desvió su mirada hacia el pasillo que conducía a la puerta de entrada.

- Gracias - Me dijo ausente - estoy un poco confundida ahora. ¿nos podemos ver mañana?

Yo tartamudee mientras le decía que no había problema y me apresure a soltarla. De repente ella me volvió acercar hacía su cuerpo de forma un poco brusca. Se me quedó viendo a los ojos fijamente, como buscando algo en ellos. Yo no le pude sostener la mirada e inmediatamente sentí que me estaba poniendo rojo, así que observe de nuevo sus labios. Ella esbozo una sonrisa y me soltó de su mano derecha. Con demasiada cadencia la dirigió hacia mis labios y me rozó levemente con su dedo índice. Yo sentí muchas cosquillas y sacudí la cabeza tratando de quitarme esa sensación.

Y paso lo que nunca me hubiese imaginado, ¡¡¡ Paola se puso colorada !!! … y ví como se perturbo al punto de soltarme de forma abrupta nuevamente. Con la mirada me invitó a retirarme. Temblando me dirigí a la puerta y cuando gire para despedirme me di cuenta que ya había subido las escaleras hacía su habitación. Ya en la calle enfile mis pasos hacia la Avenida Tulum mientras me reponía de la impresión. No podía sacar de mi mente la idea de haber estado tan cerca de Paola y que sobre todo había estado a punto de besarla. Finalmente yo no tenía ningún compromiso, pero de alguna manera el hecho de que ella acabará de terminar con el Grandote no me hacia sentir muy cómodo que dijeramos.

Mientras llegaba a mi casa estuve de nuevo mas ausente de lo normal. Realmente tenía una maraña de ideas en mi cabeza. Por un lado pensaba en Ella y por el otro pensaba en Paola. Por un lado sentía una gran ternura e ilusión por alguien que no conocía y por el otro me daba cuenta que debajo de esa amistad de tanto tiempo se había estaba gestando un sentimiento muy fuerte de atracción y tentación.

Llegué al estacionamiento de la Cantina y debido a la hora se escuchaba bastante escandalo. En ésta ocasión decidí rodearla totalmente e ir a la entrada de la casa, cuando llegue a la puerta había un mensaje de Raúl, uno de los empleados de confianza de mi Papá.

‘Tocayito, llamó tu abuelo y dice que llega mañana al medio día’ - decía el papelito.

Como no tenía hambre decidí que mejor me iría a acostar de una vez, de alguna forma el día de hoy había estado cargado de emociones y me sentía un poco agobiado por ello. Contrario a lo que siempre me ocurría me dormí demasiado pronto.

Empece a soñar que estaba en el camión camino al Tec. Pero había algo extraño porque el camión estaba totalmente vacío y además de eso, era muy raro ya que al tratar de observar hacia donde estaba el chofer la visión se me ponía un poco borrosa, sintiendo un poco de mareo. Por un momento me vi caminando junto a la cancha de basquet pero la escuela estaba al igual que el camión totalmente desierta, seguí derecho hasta llegar frente a la Biblioteca y cuando voltee a las escaleras vi a una figura conocida, era Judas. Después de la tarde tan complicada que había tenido no recordaba que me encontraría de nuevo con el.

- Y bien … ¿que has decidido? - me preguntó mientras me acercaba lentamente hacía él.

martes, 18 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo023_1997_UnaTardeDePerros_03

Paola se quedó pensativa durante un momento. Después de unos instantes que se me hicieron eternos finalmente me respondió que no había visto a una chica invidente por donde vivía, pero que además de eso, por lo regular casi no andaba por los rumbo de la Terminal y que iba ser un poco difícil coincidir con ella.

- ¿Y no será que no es ciega? - me preguntó - Tal vez y simplemente te ignoró cuando se dio cuenta que la estabas observando. A ver, dime de nuevo como era por fa.

No me gustó que Paola utilizara ese término para referirse a Ella, de hecho, me molesto un poco cierto tono despectivo en su voz cuando lo dijo. Yo ya había pensado en la posibilidad de que tal vez Ella estaba ausente o que simplemente se había percatado de que la estaba viendo y que me habia ignorado, pero el notar que la Sra. la iba guiando me había convencido de que era invidente.

- Pues muy alta no era - le dije después de un emitir un suspiro totalmente improvisado -  Llevaba el cabello suelto, el cual resbalaba hacia sus hombros. Era negro y lacio pero se veía muy bien cuidado y de hecho, ahora que repaso en mi memoria, este se mecía suavemente al compás de sus pasos. No se porque me imagino que debe de oler a frutas, siendo un poco mas específico a fresa. Su rostro no es ni redondo ni cuadrado, aunque se decanta mas por lo último. El color de su piel era clara, de hecho, de no ser porque venía caminando pero juraría que tenía una carita como de porcelana, como si fuera una delicada figura hecha por el mas sensible de los artistas en el momento mas sublime de inspiración.

Sus ojos eran grandes, pero sin caer en una desproporción exagerada. Eran de color entre verdes aunque por momentos parecía que eran azules, no se, tal vez y el reflejo de la luz haga parecer que a veces son de un color o de otro. Pero en si, no era el color de ellos o el hecho de venir acompañados por unas rizadas pestañas o unas delineadas cejas de forma natural, si no esa sensación tan extraña y al mismo tiempo tan familiar que me provoco al verlos. Era como asomarse a una ventana al cielo. Su nariz no guardaba una perfecta proporción contra el resto de su rostro, a pesar de ser un poco delgada y alargada hacia sus labios un poco mas de lo normal ... creo que ese pequeño detalle me convencía de que Ella no era una alucinación. Sus labios no eran muy gruesos, de hecho, llevaba un poco de brillo nada mas y pues creo que no tuve tiempo de observarlos muy detenidamente.

Mientras le decía esto a Paola reparé en el hecho de que después de su nariz no me había fijado muy bien de lo demás, ni siquiera me fije en su figura o silueta porque ese imán que eran sus ojos me obligó a regresar hacia ellos.

Paola seguía pensativa mientras yo hice un silencio tratando de recordar cada detalle de Ella.
Por fin se paró como intentando tomar nuestros vasos. Había algo raro en ella, no era normal que no hubiese algún tipo de comentario o burla por parte de ella. Al final me dijo que la disculpara un momento y entro a su habitación. Al poco rato salio con un teléfono inalámbrico en sus manos y tapando la bocina me dijo que le habían llamado y que iba salir con sus amigas,así que me pregunto que si podíamos seguir platicando en otra ocasión.

Había un detalle que no sabía Paola que yo sabía con respecto a ella, y era que no me sabía mentir. Creo que en el fondo estaba algo molesta cuando le hable de Ella, pero pues ahora si que yo consideraba que le había respondido a su pregunta y pues para mi ella era la única persona a la cual le tenía la suficiente confianza para poderle decir que era lo que pensaba y como me sentía en estos momentos. Paso por mi mente que tal vez el hecho de no haberle preguntado cómo se sentía con respecto a su distanciamento del Grandote era lo que le había enojado, pero pues ya lo había pensando pero pues no me había dado tiempo de preguntarle.

Le dije que no había problema y que no se preocupara, que de hecho ya sabía el camino y que siguiera hablando con quien lo estaba haciendo y que luego podíamos seguir platicando. Estaba por bajar el último escalón cuando ella me grito desde arriba y bajo corriendo las escaleras. Yo me alarmé porque pensé que algo le había pasado, ella no era de las que le tuvieran miedo a un ratón o algún insecto, así que no era una reacción normal en ella.

Sin decir ni agua va se me abalanzó a los brazos y se puso a llorar desconsoladamente. Yo entendí que la estaba pasando muy mal por el Grandote pero nunca me imagine que llegara a ese punto. Dentro de mi confusión sólo atine a abrazarla fuertemente, rodeándola con mis brazos no muy debajo de su espalda y sin llegar a tocar sus caderas. Paola tenía sus brazos rodeandome por el cuello y parte de mis hombros.  Después de un rato en el que se calmó y que pensé que nos soltaríamos se separó un poco y se me quedo viendo fijamente a los ojos, sin separarse mucho de mi. De repente vi que bajo su mirada hacía mis labios y me imagine que iba hacerme algún tipo de broma pero no fue así, me di cuenta que se estaba acercando demasiado con la intención de besarme.

sábado, 15 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo022_25Diciembre2011


No se si por la adrenalina del momento o por los efectos del aletargador, pero de alguna manera no perdí el conocimiento inmediatamente. Alcance a ver entre sombras como José regresaba hacia la parte de abajo del automóvil. Momentos después sentí que me arrastraban, tenía esa sensación de cuando estas muy dormido y no puedes despertar, pero por lo que escuchaba me di cuenta que José había recuperado su arma. Cuando abrí los ojos de nuevo sentí que estábamos en unas escaleras y me llamo la atención que la oreja de José tenia una pequeña pieza de plástico, como en forma de un punto y coma ortográfico. Él me volteó a ver y dirigió hacia mis manos mi arma. Yo la tomé y volteé a ver hacia donde el hacia los disparos, ya se habían reunido demasiados de esos seres.

- ¿Puede caminar Doctor? - me preguntó mientras le cambiaba el cargador a su arma.

Yo le confirmé con la cabeza y me incorporé un poco. Seguía un poco mareado, entre el puñetazo de José, el dolor que había pasado de la entre pierna a mi estómago y las punzadas en la cabeza que no me dejaban enfocar los objetos. Aún asi creí que lograría caminar para poder salir de ahí.  De entre sus ropas sacó una especie de granada y la aventó hacia el coche donde habíamos estado enfrentando a esos seres cuerpo a cuerpo, viendo la distancia que nos separaba del vehículo creo que no perdí el conocimiento mucho tiempo. No se de donde había sacado todos esos artefactos pero tengo el presentimiento que José ha estado omitiendo algo de información, por no decir que bastante.

Teníamos la necesidad salir de ahí, de hecho estábamos ya cerca de un cruce de avenidas y a unos cuantos metros de lo que había sido la casa donde vivía Paola. Sin que José dejara de disparar seguimos avanzando dejando un poco atrás a esos seres y fue cuando lo que aventó José explotó haciendo volar por los aires los restos de ese automóvil, estrellándolo contra uno de los edificios mas cercanos y llevándose de paso a varios de esos seres. Aprovechando el estruendo nos tratamos se dirigir hacia la Avenida Tulum y fue cuando vimos que un grupo no tan numeroso como el que nos estaba siguiendo nos estaba cerrando el paso. Giré hacia la Avenida Bonampak y vi que un grupo mas nutrido de esos seres estaba por alcanzarnos. En ese momento escuché que el arma de José hizo ya tan sólo un click, con la mirada me indicó que ese había sido el último cargador que le quedaba.

Me trate de concentrar buscando una solución pero estaba demasiado aturdido y debilitado como para poder pensar mas rápidamente. Por lo pronto seguir por la calle por donde veníamos  no lo consideraba viable, ya que la zona donde alguna vez estuvo el Palacio Municipal fue arrasada por una explosión provocada de forma accidental. Se decía que ahí se había refugiado un grupo de militares con el Presidente Municipal pero que algo había salido mal y que todo había volado en mil pedazos. Asi que esa zona era casi inaccesible y seguramente, llena de recobecos por donde podían darnos una sorpresa desagradable uno de esos seres.

De repente algo llamó mi atención haciéndo que regresara de mis pensamientos. Uno de los seres del grupo que estaba cerrándonos el paso hacia la Tulum se desplomó, dejando un pequeño charco de sangre putrefacta una vez que toco el suelo; poco a poco varios de ellos empezaron a hacerles segunda, dejándonos ver lo lejos un grupo de personas vestidas totalmente de negro, de hecho, por la luz del sol parecía que sus ropas por momentos brillaban demasiado.

- Llego la Caballería Doctor - me dijo José mientras se quitaba ese artefacto de la oreja, le dio un beso tronado y lo guardo entre sus ropas.

Empezó a dirigirse hacia ellos y lo seguí apretando con fuerza mi arma, creo que más por instinto que por temor a que representarán algún tipo de peligro. Conforme nos íbamos acercando a ellos los pude ver bien. Lo que brillaba era una especie de tejido de plástico que se veía que era bastante flexible, ya que les permitía avanzar y moverse de manera muy eficiente. Esta malla los cubría totalmente, inclusive de los pies. Su rostro estaba cubierto por una malla similar, aunque se veía un poco mas delgada que la del resto de su cuerpo. Eran alrededor de una docena de personas que estaban divididas en grupos de tres, de hecho, parecía que estos pequeños grupos formaban un pequeño triángulo, conforme avanzaban lo iban haciendo avanzando de forma de circular, siempre sin perder su distancia entre ellos.

Todos cargaban una especie de fusil que si bien no hacia ruido, lanzaba una pequeño haz de luz de color azul, el cual una vez posicionado en la cabeza de esos seres se ponía rojo y cuando jalaban de un gatillo casi inmediatamente después la cabeza de su objetivo sufría un pequeño orificio haciendo que se desplomaran ya sin rastros de ningún tipo de vida. Esto me sorprendió mucho, ya que era muy complicado terminar con uno esos seres, a veces había que destruir totalmente su cabeza porque a pesar de dispararles directamente parecía que no sufrían daños y seguían avanzando.

Una vez que despejaron esa zona también se empezaron acercar a nosotros. Yo deje de caminar tan rápido como lo hacia José hasta que deje de avanzar. Yo sabía que representaba un peligro por el hecho de estar infectado. Uno de ellos salio de su formación y a lo lejos vi que algo le decía José en secreto. Este escucho atento, dirigió su mirada hacia mi y le hizo una seña al resto de su equipo quienes rompieron su formación y se dispusieron a reorganizarse para asegurar el perímetro, entendí que era quien estaba al mando. Se dirigió hacia mi y cuando estuvo a cierto distancia se detuvo, se quito una parte de la malla que cubría su cara.

- Cuando la Sra. Paola me habló de su esposo me imaginé que era un poco mas alto - me dijo con un español un poco forzado.

viernes, 14 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo021_25Diciembre2011


Sin que me diera tiempo a nada, José me hizo señas de que volvía en un momento. Esos seres seguían en la entrada principal sin percatarse de nuestra presencia. En cualquier momento el ruido que están ocasionando los que están al otro lado en la ETI no tardaría en hacer que se movieran hacia esa dirección, así que era cuestión de tiempo para poder escaparar desde este lado.

De repente, un estruendo me hizo salir de mis pensamientos de forma abrupta. Por donde se había dirigido José se levanto una nube de polvo y escuche como empezaban a caer pedacillos de concreto, parecía como si estuviera lloviendo. Al poco rato apareció José corriendo y se dejo caer barriéndose hacia donde yo estaba agazapado.

- ¿Que rayos fue eso? - le pregunté.

- Nuestra salida Doctor, observe - me señalo la entrada principal.

Los muertos vivientes que estaban ahí se empezaron a mover hacia donde había venido el ruido, se movían algunos un poco mas lento que los otros, pero me llamo la atención que habían algunos que se movían mas rápido. A estos los observe con detenimiento y me di cuenta que no llevaban tanto tiempo de haber regresado de la muerte, eso se notaba en sus ropas; lo cual era muy  confuso, se suponía que lo mas complicado de la infección había pasado hacia muchos años aquí en Cancun, así que era raro que hubieran tantos recién convertidos.

Esperamos un momento y le indique a José que era el momento de salir de ahí, no sin antes pedirle que no desenfundara su arma, yo iría al frente quitando a los que nos estorbaran con la mia. Nos acercamos un poco tratando de que no nos vieran y memorice sus posiciones, pero como siempre algo inesperado sucede. Uno de los que se movían mas rápido giro y se topo directamente con mi mirada.

Yo no entendía porque ese ser no había reaccionado hasta que José me dijo en voz muy baja que seguramente por mi aspecto aquel ser no se daba cuenta de que estoy vivo. Por un momento me dio la impresión como si ese ser hubiese dudado, cosa imposible porque juraría que no piensan, pero de repente gimió con fuerza y se dirigió a la reja dispuesto a abalanzarse hacia ella. Era cuestión de tiempo para que los demás se percataran e hicieran lo mismo.

Sin pensarlo dos veces le di la señal a José y mientras empezabamos a tomar velocidad tomo su arma pero no le quito el seguro. Empezamos a correr hacia la reja de la entrada principal y justo cuando pensé en como la brincaríamos le quito el seguro e hizo varios disparos hasta que las cadenas que sujetaban la reja cedió. Eso alerto a los seres que estaban mas lejos y muchos cambiaron su rumbo en dirección opuesta a donde había ocurrido la explosión. Ni siquiera le reclame a José su impulso, simplemente saltamos los dos al mismo tiempo pateando la reja con todas nuestras fuerzas. Esta se abrió de par en par dejando que escapara un chirrido que hizo eco por los edificios cercanos a la zona.

Todavía sin pisar la calle golpee a dos con mi arma para quitarlos de nuestro camino, por suerte, teníamos un pequeño espacio por el cual escapar. Mientras corríamos José trataba de guardar municiones, pero los podridos que estaban a los lados de la entrada ya volteaban a ver lo que provocaba tanto ruido. En todo ese barullo nosotros avanzamos algunos metros mas. Observe a un pequeño grupo que en ese momento se percato de nuestra presencia y se disponían a ir hacia nosotros , por lo que avance con decisión hacia ellos cuando vi que estaban en un muy mal estado, así que seguramente sería sencillo esquivarlos.

Practicamente pasamos junto a ellos. A pesar de ir corriendo el olor que despedían era espantoso y José tuvo que apartarse un momento para vomitar mientras le daba un empujón a uno de ellos porque le bloqueaba el camino. Creo que ni cuenta se dio que corría y vomitaba al mismo tiempo, o simplemente no le importaba. En ese mismo tenor seguimos corriendo, yo escogía a los que parecían mas lentos para pasar casi por encima de ellos en lo que encontrábamos un espacio abierto para poder escapar de ese infierno.

No se si por el grado de concentración que tenia al trazar nuestra ruta de forma improvisada o si era por la adrenalina, pero creo que el dolor había desaparecido por un momento. De hecho paso por mi mente que no me sentía ya tan mal pero inmediatamente me concentre de nuevo en el camino, solo pensaba en la seguridad de José y en que tenía que ver a Paola. Ella sólo hubiese mandado a alguien a buscarme si algo muy urgente hubiese pasado, mas si estaba arriesgando a su mejor rastreador y explorador. Yo sabía que seguramente estaría furiosa conmigo pero que puedo decir, mis razones tengo para haber salido sin decirle a nadie de nuestro grupo, de esto hace 2 años.

De repente, escuche que José detonó su arma. Por alguna razón se había retrasado un poco de mi y cuando gire vi que, justo junto al coche que yo acababa de pasar, estaba a punto de enfrentarse a tres de esos seres. Practicamente lo habían logrado rodear así que no había mucho que pensar, -“Azul, Gordo y Calvo”- dije en voz alta mientras los clasificaba. Era mas fácil tener que deshacerse de ellos si en tu mente creías que eran solo objetivos, y no ponerte a  pensar que alguna vez fueron seres humanos como yo o como José.

José le empezó a disparar al que tenía mas cerca. Yo avente el palo de madera hacia los pies de Calvo, que era el que estaba estaba mas lejos y a la derecha de José.
Este ser, que aunque no hubiese tenido la inteligencia de levantar los pies para no tropezar, estaba tan hambriento de José que no se percato del palo y tropezó con él, cayéndose de bruces. Mientras tanto José forcejeaba desesperado con Azul, el que estaba mas cerca del coche. Acelere en la carrera y me impulse en la salpicadera del auto para agarrar mas fuerza y patee el estomago de Azul, haciendo que se le desprendiera la cintura y que quedara colgando del brazo de José.

Era muy asqueroso ver sus podridas tripas colgando y escurriendo un liquido negro y viscoso pero no había tiempo para sentir asco. Mientras tanto a José se le había caído su arma al golpear con fuerza el cráneo de Gordo y que era el que aún quedaba de pie. Ya en el suelo tome impulso nuevamente y me avalance hacia Azul empujándolo con el hombro y haciendo que saliera despedido. José había logrado empujar a Gordo mientras que yo regresaba por el palo dispuesto a destrozarle la cabeza a Calvo que por fortuna parecía mucho mas torpe que los otros dos de sus compañeros.

Cuando recogí mi arma me percate que cuando Calvo cayó se le hundió el hueso de la nariz obstaculizando sus visión, así que le aventé mi arma a José y me dirigí a Calvo. Mientras trataba de ponerse de pie aproveche para patearlo con la suela de mi bota lo mas fuerte posible. El pobre miserable se arqueo mientras yo bajaba la pierna con fuerza para hacerle el mayor daño posible a su columna y tratarlo de inmovilizar. A este nivel de desesperación haces cosas que no harías jamas con un ser humano, pero no te queda mas que pensar que no hay nadie dentro de ese cuerpo putrefacto, vació de emociones pero hambriento de carne y sangre humana.

Mientras tanto José golpeaba con mi arma una y otra vez la cabeza de Gordo hasta que este por fin cayó. Inmediatamente me avento mi arma para que terminara con Calvo. José empezó a buscar su arma desesperado, pero cuando vi que se estaba dirigiendo un grupo numeroso hacia nosotros le grite que la dejara, que no valía la pena. Pero José no me hacía caso, parecía un poseído tratando de encontrarla.

En su desesperación se metió debajo del coche y no me quedo mas remedió que arremeter contra la cabeza de Calvo con todas mis fuerzas hasta que quedo tan destrozado que apenas y se lograba mover por medio de espasmos. Corrí hacia José y lo jale de las piernas para sacarlo. Cuando lo logré sacar de ahí él se paro frente a mi y sin decirme nada de repente sentí un dolor en la entrepierna y mientras me retorcía del dolor alcance a ver como su puño se estrellaba contra mi mentón.

- Lo siento Doctor , es que no lo entiende - alcance a escuchar mientras a mi alrededor todo se iba poniendo cada vez mas obscuro.

Temporada01_Capitulo020_25Diciembre2011


José termino de empacar sus cosas mientras yo hacía lo mismo. Realmente lo ideal era viajar muy ligero, así que tenía varios refugios donde podía guardar algunas pertenencias, realmente no eran muchas. Como había mencionado no me gustaba cargar armas de fuego, finalmente en un enfrentamiento con uno de esos seres lo único que lograrías sería atraer a muchos mas de ellos.

Con el paso del tiempo se demostró que lo ideal era simplemente alejarse de ellos, en especial de aquellos que acaban de regresar de las sombras de la muerte. Mi defensa era el mango de madera de un pico, en un principio era difícil de manejarlo por su peso, pero un poco de cinta de aislar o un pedazo de tela en la punta mas delgada para que no se resbale y es útil hasta bajo la lluvia.

- ¿Dónde esta Paola? - le pregunté a José una vez que bajamos del árbol.

- Están en el Tec, debido a su accidente tiene que permanecer inmóvil - me respondió José mientras revisaba nuevamente su arma.

Yo no quise saber mas sobre que tan grave estaba Paola, debía de tener la mente lo mas despejada posible. Debido al rumbo que debíamos de tomar decidí que saldríamos por la Avenida Bonampak, bueno lo que quedaba de ella. Con el paso del tiempo había logrado acondicionar la ETI reforzando los espacios donde se había caído la barda, cualquier material era bueno para mantener alejado a los pocos muertos vivientes que quedaban en la ciudad.

Por regla yo iba delante de José , cosa que creo que a el no le agradaba mucho. Un poco antes de llegar a la Avenida, me detuve en seco y José inmediatamente desenfundo su arma.

- ¿Dices que de repente habían demasiados? - le pregunté en voz baja.

- Muchos, pareciera como si de repente todos ellos decidieran venir de vacaciones - me dijo con una especie de sonrisa - ¿Por que lo pregunta?

A los pocos segundos comprendió José porque le preguntaba y me había detenido. Se empezaban a escuchar los quejidos de esos seres, pero se escuchaban como si fueran demasiados ¿cómo se habían podido juntar tantos en tan poco tiempo?.

Le pedí a José que me esperara un momento, obvio que me quiso desobedecer, pero el peso de mi rango, es decir, la edad, lo obligaba a tener que obedecerme. “Mas sabe el diablo por viejo que por diablo”, no importaba que tan rápido o fuerte o bien armado estuvieras, lo que importaba era la experiencia que te daba el sobrevivir a este infierno, mientras mas tiempo pasaba mas conocías de esos seres, mientras mas acorralado que estuvieses, tu instinto animal se agudizaba cada ves mas.

Seguí avanzando y el ruido se empezó a hacer muy molesto. A pesar de los años no deja uno de sentir escalofríos, si escuchar a uno solo te pone los pelos de punta escuchar a un grupo de ellos hace que los nervios se pongan a flor de piel. Me acerqué a la barda y empecé a trepar por los hoyos que explícitamente había hecho para ese fin. Cuando me logré asomar se me heló la sangre, por instinto me sobresalte soltando la barda y caí de espaldas. Por suerte no estaba demasiado alta la parte por la que había trepado, así que me incorpore lo más rápido que pude. En ese momento vi que José estaba a unos cuantos metros, le hice señas de que regresaramos donde lo había dejado.

- ¿Por que hay tantos? ¿Por que gimen? - me preguntó tratando de contener sus emociones - ¿Habrán escuchado el disparo?.

Le indique que guardara silencio, era muy difícil que nos escucharan pero necesitaba ordenar mis pensamientos. José tenía razón, solo harían tanto ruido si sabían que estábamos ahí. Le pedí que me siguiera, necesitaba ver como estaba la entrada por el taller de Mecánica, de paso, desde ahí podríamos ver que tan complicada estaba la situación debido a que esta en una posición mas alta que el resto de la escuela. Ni siquiera logramos llegar, junto al Taller de Electricidad vimos que de alguna forma habían logrado abrir la malla y estaban entrando. No se estaban desperdigando por la zona, iban directo a nosotros.

Regresamos lo mas rápido que pudimos al árbol. No podíamos salir por ningún lugar de la periferia de la ETI que diera a la calle o a la avenida y aunque eran lentos tarde o temprano el tiempo se nos vendría encima; la única opción que nos quedaba era intentar salir por las instalaciones de Conalep y esperar que por esa calle no hubiesen tantos de ellos. Yo había reforzado el acceso de lo que rodeaba la ETI, pero sabía que debíamos de tomar nuestras precauciones.

Conforme nos íbamos acercando a la puerta principal vi que aún no habían logrado entrar pero se escuchaban a lo lejos varios gemidos. Cuando estuvimos un poco mas cerca comprobamos que la entrada principal estaba también rodeada de esos seres, no eran tantos como los que habíamos visto en la ETI pero aún así era muy riesgoso tratar de salir enfrentándolos directamente.

- Necesitamos una distracción - le comenté a José.

lunes, 10 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo019_1997_UnaTardeDePerros_02


Después de un rato en la que sentí que poco a poco se calmaban los animos, me explicó por fin que era lo que tenia. Resultaba que hacía dos semanas que el Grandote había terminado con ella. Lo peor del caso era que el estaba de viaje con el equipo de americano y se le ocurrió hacerlo de la forma menos afortunada posible en que se lo pudo haber dicho: con una llamada de teléfono.

- La verdad es que no me fuí de viaje esta semana que pasó - me dijo muy tranquila y serena - , estuve encerrada viendo películas.

- ¿Y porque no me dijiste nada? - le pregunté .

- Pues es que eso te iba a decir hoy, pero anduviste todo el día ausente - me contesto casi con reproche.

La verdad es que yo había sentido que algo le estaba pasando pero pues por un lado ya se que no me contestaría si le preguntaba y por el otro lado pues no me imagine que el presentimiento sobre el Grandote era porque estaban terminando. Además, mas bien ella se había ausentado con sus amigas. Cuando le hice ver esto ultimo me dijo que lo que había pasado es que ya les había platicado y que no se le habían despegado en todo el día.

- Pues es que no soy adivino , ¿y que dicen ellas? - le pregunté.

- ¿Y en quien estuviste pensando hoy? ¿en mi porque ya sabías que ando soltera? - me contestó como siempre con una pregunta y además soltando una carcajada.

Y yo que por un momento había pensado en que por fin ibamos a tener una platica sería sobre algo de ella. Lo que no entendía era porque rayos estaba tan serena, finalmente el tipo este se había visto muy mal con ella, pero o se estaba haciendo la fuerte o simplemente ya no le interesaba o simplemente era una pelea mas de tantas que siempre tenian. Total que mientras pensaba en eso la observe mientras que ella parecía ausente, honestamente no parecía estar sufriendo mucho que dijéramos, mas bien estaba un poco mas pensativa de lo normal.

- ¿Tu crees que me vea muy ardida si me cambio de gimnasio? - me preguntó entre en serio y en broma, la verdad es que a veces ya no sabía ni que onda.

- Pues si eso q... - inmediatamente me interrumpió y me pidió que la disculpara unos minutos. Se dirigió a las escaleras.

- Es que no se como la soportas, siempre o te esta fastidiando o se la pasa haciéndote bromas. Además, no se puede tener una platica en serio con ella por mas de 10 segundos - recordé lo que me había dicho alguna vez Lalo.

Honestamente, Paola era la única chica con la cual no me sentía nervioso y a la cual le tenía confianza. Aunque ella casi nunca hablaba de sus cosas o de como se sentía la realidad es que cuando estábamos sólos me escuchaba y me aconsejaba … bueno, a veces mas bien parecía un interrogatorio pero pues era de las veces en que se ponía seria y quería que le platicara sobre algo. De hecho, siempre me decía que me iba a presentar a no se quien que conoció en el gimnasio o alguna amiga que se había encontrado después de mucho tiempo.

A veces me daba la impresión de que me tenia lastima o algo así por ser tan retraído … otras veces sentía que para ella era muy divertido tener a quien estar fastidiando sin que se estuviese quejando. Lo que si es que esas promesas de hacerla de Cupido siempre quedaban en eso, en promesas.

Regresó con un par de vasos de refresco. Los puso en la mesita sin siquiera decirme nada sobre ellos. A ella le encantaba ese juego, sabía que mientras ella no me dijera nada yo no lo tomaría a menos que me lo ofreciese. Yo de ese juego en particular me di cuenta hasta después pero pues era parte de lo que nos hacía pasar un buen rato, así que no me gustaba arruinarselo. Estuvimos un buen rato en silencio. Eso también me gustaba de nuestra amistad, podíamos estar en silencio y pues no pasaba nada, no había presión por decir algo o tener que decir algo.

- ¿Y luego?, ya en serio dime que te tenia mas distraido de lo normal hoy - rompió el silencio.

- ¿Entonces no vamos a estudiar? - le pregunté.

- Si seras Ñoño ... ¿que no oiste que el maestro no va ir toda esta semana? , tenemos toda la semana para estudiar, de hecho, no veo tu maleta, ¿porque te piensas quedar no mi amor? - me dijo eso ultimo adelgazando mas su voz.

- Claro que me pienso quedar, pero ni creas que me voy a bañar - le dije , definitivamente ya habíamos roto el hielo de nuestra pequeña discusión.

- Es que el fin de semana vi a alguien - le empecé a platicar.

- Lo sabia !!! - me interrumpió poniendose de pie de un sólo salto - seguramente alguna mujer fatal en la cantina ¿verdad? ¿estaba ebria? ¿llegaste a primera base?.

- Claro que no - le dije como queriendo aclarar sobre todo lo de la primera base. Pero se me quedo viendo subiendo las cejas e inclinado un poco la cabeza, inmediatamente después solto una carcajada.

- Ñoño , el día en que tu le metas mano a una ebria ese día sabré que por fin mis consejos han tenido efecto en ti. Es que no deberias de ser tan cuadrado. Ya en serio, lo de meterle mano fue una broma, pero deberías de soltarte un poco mas - me dijo mientras me daba el vaso - . Ya toma un trago para que te valor y me digas quien es la susodicha.

Le platique sobre Ella. Mientras lo hacía Paola estaba muy concentrada como analizando cada palabra que le decía. Cuando le termine de contar se quedo sería y pensativa. En ese momento me cayó el veinte que la Terminal estaba relativamente cerca de su casa y casi con prisa le pregunte:

- ¿La conoces?

Temporada01_Capitulo018_1997_UnaTardeDePerros_01


Había llegado a mi casa y ésta seguía desierta. Todavía era temprano y la cantina aún no la estaban preparando para el trajín de la noche, así que era extraño que estuviera todo tan silencioso y tranquilo. Mis padres habían tenido que ir a la Ciudad de México porque mi pequeña hermana de nueve años estaba enferma de leucemia. Un médico amigo de la familia estaba experimentando con un nuevo tratamiento que no era tan agresivo con su cuerpo y pues ya hacía dos semanas que se habían ido.

Mi abuelo estaba por regresar de Mérida ya que por estas fechas acostumbra tomar un descanso del negocio, pero con esto de mi hermana tuvo que hacer que sus vacaciones fueran un poco mas cortas. Mientras tanto Miguel, un empleado de confianza y amigo de la familia se hacia cargo de todo.

Después de un baño tomé nota de la hora y me dispuse a salir. Un poco antes de irme me asome a una sección del estacionamiento de la cantina, era un pequeño cuarto donde estaba guardada una Harley que un cliente hacia como tres años se la había vendido a mi abuelo y pues aunque el ya no estaba en edad de manejar, casi todos los días le daba mantenimiento.

- Cuando te gradúes va ser tuya hijo - me había dicho en mas de una ocasión.

Lo mas curioso es que ni siquiera me dejaba que me subiera, no al menos encendida. En realidad, estaba puesto de acuerdo con mis padres para que el negocio de la familia no me ‘afectara’ y llevara una vida ‘normal’ . El lujo de tener una moto así aún no me estaba permitido y pues de paso hacían que las cosas de mi día a día me costaran algo de trabajo, no me dejaban que trabajara en la cantina porque no lo consideraban un ambiente adecuado para alguien de mi edad pero pues de alguna forma rodeado de lujos no estaba. En esta ocasión no me quise mortificar y decidí no abrir la pequeña puerta que protegía del polvo a la moto que tanto tiempo y esmero le invertía el abuelo.

Un rato después ya estaba frente a la casa de Paola, ella vive en la Nader, mas o menos a unas cuadras del edificio Madrid pero del lado de las casas que dan hacia un parque muy grande. Espere un momento después de tocar el timbre y en ese momento se asomó su Mamá. Estaba muy arreglada y mientras me abría la puerta de la reja me comento que estaba por salir con sus amigas. El Papá de Paola como siempre y para no variar estaba en un viaje de negocios. La Sra. me invito a que pasara a la planta alta, donde seguramente Paola ya estaba lista.

Lentamente subí las escaleras, realmente el dolor de cabeza era muy molesto, si las subía demasiado rápido seguramente terminaría con migraña. Al llegar al ultimo escalón había una pequeña estancia donde estaba un cuarto de televisión. Mientras la esperaba me fije en la colección de películas que tenían, parecía el aparador de un centro comercial. De repente el olor a cabello recién lavado invadió la habitación y detrás de el entro mi amiga.

- Hola Ñoño - me dijo - Ya listo ? . Algo en su tono de voz me decía que algo le pasaba.

- Si claro, le respondí - . Ni siquiera me acerque a darle un beso en la mejilla como saludo, dentro de las manías de mi amiga nunca nos saludabamos así mientras estuviese en su casa o estuviéramos sólos. Como había mencionado antes, casi siempre me respondía con una pregunta o me evadía cuando le preguntaba algo que simplemente no le daba la gana contestar, asi que nunca le había preguntado sobre eso.

Iba vestida con una blusa de tirantes que dejaba ver su marcado abdomen y un short que dejaba ver sus tornadas y perfectas piernas. Yo trate de disimular lo mejor que pude cuando me di cuenta que ella me estaba viendo que le estaba viendo los muslos, pero el calor en mi rostro me indicaba que definitivamente lo rojo de éste me estaba delatando.

No se si por compasión pero por esta vez no hizo ninguna broma, pero su leve sonrisa me indicaba que una parte de su ego estaba contento. Aún así parecía estar de malas. Total que me ofreció algo de tomar y le dije que no, que así estaba bien. Sin decirme nada fue a su cuarto y regreso con su libreta y apuntes.

- No se como le tienes paciencia a esto - me dijo - mientras dejaba caer con desgano las cosas sobre la mesita de centro.

- Si no querías estudiar estaba bien, me hubieses dicho y pues no hubiese venido - le dije ya un poco perdiendo la paciencia.

- Solo quiero que me digas quien es Ella - casi me gritó.

En ese momento sentí como si me hubiesen echado un balde de agua fría , realmente Paola estaba molesta. Yo de mi parte estaba un poco confundido. Por un lado me pregunte como sabía que había estado pensando en otra persona y por el otro lado me extrañaba que tanto era lo que le molestaba si sólo eramos amigos. Hubo un silencio muy incomodo entre los dos, de hecho el primero.

“Maldito sea el gurú que levanto entre tu y yo un silencio oscuro” - pasó por mi mente la estrofa de la canción de Sabina.

- A ver ... ¿como que quien es ella? ¿de quien hablas? ¿o que rayos te pasa hoy? - le pregunte ya bastante irritado.

En ese momento a Paola le cayó el veinte que por primera vez después de tanto tiempo de conocernos me había logrado hacer enojar y lo peor del caso, de que estaba haciendome una ridícula escena de celos. En primer lugar sin ningún derecho y segundo por alguien que ella se imaginaba que existía ... bueno, realmente si existía pero no como debería de existir.

Hizo ese ademán de levantar la mano derecha y de bajar la cabeza en sentido contrario como tratando de calmarse. Siempre hacia eso cuando quería reorganizar sus ideas.