viernes, 7 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo016_25Diciembre2011


José me empezó a decir que había ocurrido con Paola, el no estaba con ella cuando sucedió.

- Fue como si por un momento algo o alguien les diera un poco de inteligencia.
La Sra. Paola iba con un pequeño grupo de reconocimiento, estaban siguiendo el procedimiento, haciendo el menos ruido posible y tratando de no llamar la atención de esos cuando de repente se vieron rodeados, no saben de donde habían salido tantos si hacía mucho tiempo que habíamos limpiado las zonas mas cercanas al punto seguro numero cuatro.

Mientras el me ponía al tanto yo iba sintiendo los efectos del aletargador. Sí bien era cierto que empezaba a sentirme un poco mejor seguía sintiendo mucho dolor, aún asi me daba la impresión que estaba empezando a disminuir un poco la fiebre. Lo que si me llamo la atención un poco era el color anaranjado en las venas de los brazos. Eso no lo había visto antes.

- Pero si dices que hay un procedimiento hay siempre varias salidas, hace muchos años que toda la ciudad esta clasificada en los mapas, identificando cada zona y marcando todas las posibles salidas por cada punto de expedición- le comenté.

- Es que precisamente eso es lo raro, de repente se toparon de frente con una gran cantidad de ellos, eran más de esos que nunca pero parecían organizados porque precisamente al sacarles la vuelta y buscar un punto de salida vieron que había otra cantidad igual o peor ahí. Dieron vuelta a sus pasos y la Sra. mando a los rapidos para que buscaran alguna salida y todos regresaron con la misma noticia : habían cerrado todas las posibles salidas de emergencia.

Mientras me había estado platicando lo que le paso al grupo de Paola, él estaba de espaldas recogiendo sus pertenencias de acuerdo a una de las enseñanzas que le habíamos transmitido a los mas jóvenes. Dentro de esas enseñanzas había una muy clara y era que mientras estuvieras con alguien, sobre todo si ya estaba infectado, nunca debes perderlo de vista porque en cualquier momento se colapsaría y se convertiría en uno de ellos. Si con quien estas no esta infectado tu obligación es vigilar que no hubiese ningún peligro de espaldas a el … la otra persona haría lo mismo por ti y pues por eso siempre debías tener un compañero, ya sea en un refugio o fuera de el.

Al estar en una rama tan alta y me imagino que por la confianza que me tenía, José había descuidado la regla mas básica. Cuando volteo para seguirme contando se quedó callado mientras me observaba fijamente. Siguiendo su instinto se llevó las manos a su cintura para buscar su arma pero por un momento dudo un poco.

Finalmente la sacó de su funda y la direcciono hacia mi cabeza. El ya estaba de pie y yo seguía recostado. No era la primera vez que él veia a alguien mordido por un muerto viviente y no era de los que se acobardaban, pero por primera vez desde que el era un niño no había visto en su cara esa mezcla de miedo y de sorpresa.

- ¿Hace cuanto que lo mordieron Doctor? - me preguntó sin dejarme de apuntar.

- Me parece que tiene mas de 12 horas - le dije sin intentar levantarme. Por instinto trate de levantarme pero desistí, no estaba en condiciones para defenderme y sobre todo no quería exponer al muchacho si es que teníamos que forcejear y caer del árbol.

Él se quedo pensativo, con el tiempo muchos nos habíamos vuelto fríos y calculadores. La seguridad personal y del grupo era mas importante que cualquier otra persona que estuviese infectada, no se respetaba parentesco, edad ni rango.

- La Sra. Paola me dijo que tuvo el presentimiento del aletargador por algo y que debía de suministrárselo si lo infectaban - empezó a decirme con una voz un poco sombría. Yo creo que le estaba costando trabajo tomar una decisión.

- ¿Esta ya muy avanzado el proceso? - le pregunté muy lentamente. Como decía, yo conocía muy bien a José y algo raro pasaba porque estaba un poco asustado por mi aspecto.

- Todas sus venas Doctor, están muy saltadas y con un color anaranjado muy extraño … y sus ojos … ¿si me puede ver bien? - me preguntó ya alarmado y quitando el seguro a su arma.

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