miércoles, 5 de octubre de 2011

Temporada01_Capitulo013_25Diciembre2011


No había logrado descansar gran cosa, me daba la impresión de que la fiebre iba y venia, haciendo que mas de una vez casi cayera del árbol debido al dolor y a los espasmos que me estaban empezando a causar la infección que seguía corriendo por mis venas. A pesar de mi esfuerzo no lograba dormir para poder por fin encontrar un poco de descanso mental y espiritual, poco a poco empezaron a venir las alucinaciones, recordaba aquellos primeros días de la infección, de la confusión, de las prisas y de la angustia de ver que poco a poco todo se iba consumiendo, como cuando quemas un papel y el aire se va llevando los restos grises y desquebrajados. Había considerado amarrarme por si en un momento dado caía del árbol, pero estaba tan debilitado que no lograba hilar mas de una idea o acción a la vez.

Dentro de mis alucinaciones sentí que algo estaba trepando por el refugio en el que me encontraba, trataba de fijar la vista pero ese algo se movía muy rápido, ‘no puede ser uno de ellos, no es torpe o lento, a menos que se acabe de infectar’ - pensé. Me sentía muy pesado como para poderme incorporar y buscar como defenderme, pero un espasmo hizo que girara bruscamente y sentí como caía boca abajo, parecía que lo estaba haciendo en cámara lenta. Por un momento creo que sentí un poco de alivio, quizá me rompería el cuello y se acabaría esta agonía de vivir en este infierno. Pasaron por mi mente todos los sucesos desde 1997, de como perdí a tanta gente querida y sobre todo, esperaba reencontrarme con Ella , creí que encontraría la paz pero recordé que no sería así, terminaría siendo un muerto viviente mas y dentro de mi cansancio busque como agarrarme a lo que fuera, necesitaba aguantar un poco mas.

De repente, una mano me tomó del tobillo y evitó que cayera. Por lo agitado de su respiración, percibí que esa persona estaba batallando un poco en sostenerme, pero de alguna forma se las ingenió para lograr subirme de nuevo junto con el. Mi primer instinto fue el de tratar de atacarlo, pero estaba tan cansado que creo que me sometió demasiado fácil. Sentí una aguja en el cuello y alcance a escuchar algo antes de que cayera desmayado : “Tranquilo Doctor, pronto se sentirá mejor”.

Me despertó el ruido de los pajaros, poco a poco conforme la raza humana nos íbamos extingiendo las demás especies habían empezado a reclamar su porción de naturaleza que les correspondía por derecho. Estaba muy aturdido todavía, sentía que la fiebre no era tan fuerte y con trabajo logre levantar un poco la cabeza. Frente a mi y de espaldas había una persona que estaba forcejeando con algo, empezó a insultar cuando reparo que me estaba incorporando. Cuando giró le reconocí inmediatamente, se trataba de José.

José era un niño de apenas siete años cuando empezó la infección. Se había logrado refugiar junto a sus padres y unos vecinos, pero cuando la falta de experiencia en la situación los rebazó una noche no le quedo mas remedio que alejarse de ellos. El decía que recordaba como su madre, llena de arañazos y ya en un charco de sangre le pedía que brincara por la ventana y que corriera como nunca antes lo había hecho. Estuvo vagando algún tiempo hasta que se encontró con nuestro grupo. Para él, nosotros eramos como sus padres, además de la diferencia de edades, porque lo habíamos adoptado en este nuevo mundo.

- La Sra. Paola estaba convencida de que lo encontraría aquí Doctor - interrumpió con ese tono de español tan alterado al que yo había estado acostumbrado, soltando una lata de viveres - lo que me sorprende más es que me insistió tanto sobre el Aletargador ... lamento mucho que lo hayan mordido. ¿Hace muchas horas que lo mordieron?.

Recordé al dichoso Aletargador, nos hizo cruzar la frontera e ir al Centro de Enfermedades de Atlanta porque según los rumores, habían encontrado una forma de curar la infección. Yo daba por hecho de que era demasiado complicado obtener una cura pero accedí a ir sobre todo después de haber obtenido por derecho el rango de “Doctor” dentro de nuestro grupo.
Después de haber perdido tiempo y recursos descubrimos con tristeza que sólo servía para controlar un poco la fiebre y retardar el proceso, pero al final de todo, las cartas ya estaban echadas si es que alguno de esos seres te mordía o si morías por cualquier causa.

- Había pedido que no me buscaran mas, mi trabajo con el grupo ya estaba terminado - le dije bastante irritado , sin responder a su pregunta.

- La Sra. Paola tuvo un problema y esta muy grave, piensa que esta vez no va sobrevivir. Me mandó a buscarlo pero no sé si lleguemos a tiempo para que la pueda usted ver.

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