jueves, 29 de septiembre de 2011

Temporada01_Capitulo010_1997_El Inicio01


Extendió su mano y parecía como si ‘escuchara’ en mi mente un ‘sólo si realmente lo quieres, estas a tiempo de echarte para atrás’.
Sentí temor, mucho temor pero era mas grande mi curiosidad, ¿que tendría que mostrarme? ¿en que momento me dejo de sorprender el saber que esto no es un sueño?.

En un arrebato cerré fuerte los ojos y tome su mano. En esta ocasión no sentí aquel vértigo ni el mareo, percibí un olor extraño pero que se me hacía familiar, abrí los ojos y me vi a mi mismo caminando hacia una muchedumbre que gritaba incesantemente. El aspecto del lugar era como antigüo, las casas estaban echas de un material extraño y que decir del piso, era entre arena mezclado con una especie de piso como roca.

Aquí es donde nuevamente se me complica explicar que pasa. Todo esta mezclado entre que pareciera que lo estoy viviendo, que es un recuerdo o que estoy dentro del sueño de alguien … es confuso, pero en fin, seguiré acercándome a la multitud para ver que causa semejante alboroto.

Empecé a prestar atención a las personas que hablaban en una lengua extraña pero que comprendía perfectamente, fue cuando recordé. Había tenido que dejar mi poblado para dejar un pedido que me habían hecho, al ver mis manos tan gruesas y con callos recordé que soy un carpintero.

- Él y su padre eran como nosotros, se dedicaban a lo mismo - parecía que estaba escuchando de nuevo la voz de mi hijo mas grande.

- ¿Pero entonces que hizo de malo? - le pregunté.

- No se muy bien, sólo me comentaron que lo escogieron de entre un par de bribones, algo muy malo debió de haber hecho - me respondió un poco ausente mi hijo.

Estábamos en un poblado un poco pequeño cercano a Jerusalén, mas sin embargo, mi familia y yo dedicábamos todo nuestro esfuerzo al negocio de la famila, yo intentaba a toda costa de protegerlos de la maldad y del odio y evitaba que se enteraran de la cosas desagradables que siempre ocurrían.
Me averguenza decir que en algún momento de mi vida yo era un ladrón también, como aquel par de sinvergüenzas que habían salvado el pellejo a expensas de aquel colega que iban a crucificar.
No me gustaba esa forma de hacer justicia, creo que al imaginar que podía seguir por el mal camino y que en cualquier momento me hubiese pasado lo mismo me hacía valorar a mi abnegada esposa y a mis hijos que gracias a Dios habían salido hombres de bien.

Trate de acercarme a conocer de lejos a aquel hombre pero la muchedumbre seguía enardecida gritando y tirándole piedras, lo que me impedía lograr mi objetivo. Recordé que tenia que regresar temprano a mi poblado y me dí la media vuelta dirigiéndome a uno de los pasillos que daban hacía una de las salidas de la ciudad. Llevaba caminando un trecho bastante largo y me parecía escuchar los gritos e insultos como si estuviera a un lado de la muchedumbre. Al doblar por un callejón tropecé con un tipo algo mas alto y mas grueso que yo, este se sobresalto y se le cayó un saco que inmediatamente trato de recoger, como cayó sobre la arena no logre escuchar que contenía, pero por la reacción de ese hombre me imagino que han de ser monedas.

Sin siquiera tomarme en cuenta se incorporo y no pude verle bien la cara porque llevaba protegido su rostro. Le ofrecí una disculpa pero el tipo me ignoro y se dió la media vuelta, era como si estuviera huyendo de algo o de alguien, hasta me pareciera que estaba asustado.
Mi viejo instinto de ladrón se había activado, el mismo que tantas veces me había ayudado a proteger a mi familia y a mi humilde negocio, aquel hombre seguramente había robado. Por un momento trate de irme en dirección contraria pero sentía que debía de seguirlo.


En un arrebato lo empecé a seguir a una distancia prudente, el tipo era mucho mas alto y fuerte que yo y además de eso la espada que colgaba de su cintura era lo bastante grande para asustar al mas valiente … sólo aquellos experimentados pueden portar algo tan peligroso y es porque están dispuestos a usarlo para lo que sea. Y no iba a intentar detenerlo porque no iba armado, además que estaba asumiendo que era un ladrón.

Independientemente de lo pesado que parecía el individuo este caminaba muy deprisa, por momentos alcanzaba a correr y disminuía el paso, pero se veía que estaba determinado a llegar pronto a algún lugar. Apenas salimos de los límites de la ciudad se dirigió a un árbol, tomo una cuerda y la lanzo hacia uno de los troncos mas gruesos. Sin mas ni mas se subió a una roca que había cerca, se enlazo la zoga al cuello y se tiro al vacio.

Yo estaba impresionado viendo la escena y corrí lo mas rápido que podía, era posible que lo salvara antes de que muriese asfixiado … mientras corría hacía él a lo lejos vi que parecía buscar algo con lo ultimo de sus fuerzas y cuando estaba a unos cuantos pasos de él observe que se dejo de mover, en ese momento algo caía de su cuerpo, era el saco que había visto momentos antes, al caerse se abrió lo suficiente para dejar caer algunas monedas de oro.

Ya frente a él pude ver su rostro que estaba al descubierto … era el Ser que me había llevado a ese lugar.

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