sábado, 19 de noviembre de 2011

Temporada01_Capitulo031_25Diciembre2011


Estaba todavía muy aturdido por el sedante que me habían dado pero identifique la silueta de Paola, de pie y sin rastros de haber tenido ningún accidente. Ella volteó hacia su izquierda, le decía algo a una silueta que permanecía en el obscuridad de esa habitación y que con un movimiento de cabeza parecía negar lo que le ella aparentemente le pedía. Arriba de donde yo estaba sentado estaba una luz tenue que hacia que el resto de la habitación se viera un poco mas obscura.


Ella se acerco hacia mi y me pregunto que si quería tomar algo, yo sólo la observe tratando de ver en sus ojos algo que me indicara que estaba ocurriendo. Como vio que no le conteste se acerco lentamente hacia mi y me observo un poco de cerca, vi como una lágrima se derramo por unas mejillas e intento acercarse hacia mi, pero yo gire la cara hacia un lado conteniendo mi rabia.


- Era la única manera de traerte - me dijo suavemente -estas personas vinieron de muy lejos para encontrarte. Tuvimos que mentir diciendo que estaba muy mal porque sabía que que vendrías por mi ... por última vez.


Hizo una pausa mientras como conteniéndose de acercarse mas y me preguntó de que que tanto era cierto que me habían mordido y que si sentía dolor o que si me sentía mal. Yo seguía callado tratando de sentir que tan fuerte me habían sujetado pero al no poder mover mis extremidades me di cuenta que no iba poder zafarme fácilmente.


- De donde salieron estas personas - le dije moviendo la cabeza hacia la silueta. Cuando hice eso esa persona tocó a la puerta y espero a que lentamente le abrieran la puerta. Salió sin decir ni una palabra pero pude ver que afuera habían varios soldados de John que volteaban hacia nosotros. La puerta se cerró de nuevo.


- Cruzaron la frontera, tiene un mensaje de Lalo - me contestó, agachandose frente a mi y acercando su mano hacia la mía hasta que logro tocarme. Yo cerré el puño con fuerza pero ella no se alejo.


- ¿Lalo? ¿Que tiene que ver con ellos? - pregunté.


- Estas personas están tratando de rehacer el mundo que conocimos, pertenecen a una especie de sociedad privada, ni siquiera son de algún gobierno. Sin embargo están tratando de atar algunos cabos sueltos y por lo pronto uno de ellos es nuestro grupo. No se explican la forma en que hemos podido sobrevivir todo este tiempo, como ellos dicen, es como si supiéramos o anticipáramos donde estaba cada problema, como si siempre adivináramos donde estaba el peligro. Cuando Lalo les comentó que tu eras el líder del grupo y que parecía que te habías adaptado demasiado rápido a la situación ... - Paola se detuvo porque en ese momento tosí, sentía demasiada comezón en la garganta.


Paola se quedó callada y vi en sus ojos mucha preocupación, en definitiva mi aspecto debía de ser poco agradable. Yo permanecí en silencio pero mi actitud no le daba la pauta de que siguiera. Estaba pensando en Lalo. Después de nuestra salida hacia Estados Unidos el había decidido quedarse ahí para ver en que podía ser útil. Soñaba con una vacuna o una cura, pero claro que yo sabía que eso era imposible. No después de todo lo que yo sabía y que era lo que nos mantenía a salvo.


- Lo que no me imagine - dijo por fin Paola - es que después de todo este tiempo te iban a infectar. Es como una broma de muy mal gusto del destino.


- ¿Por que lo dices? - le pregunte cerrando un poco el ojo derecho ya que el dolor de cabeza se empezaba a hacer insoportable.


Paola me explicó que de alguna forma todos los muertos vivientes parecía que se dirigían hacia nuestra ciudad una vez que esa organización tomó la decisión de salir en nuestra búsqueda. Pero las cosas no terminaban ahí, Lalo tenia un mensaje para mi el cual era muy importante.


- Algo que puede cambiar el rumbo de las cosas, - me dijo Paola casi con esperanza - de hecho tienen una grabación que quiere que veas. Pero creo que todo se derrumbo ahora que vieron que estas infectado y que dentro de poco ya no seras tu.


Me preguntó que como me sentía, que porque tenía ese aspecto y sobre todo, porque José parecía tener tanta fe en mi ... no dejaba de hablar de que todo cambiaría y que por algo el seguía creyendo y diciendo que 'cambiara el futuro de toda la humanidad', a pesar de haber sido mordido. No pude evitar reir un poco, pero la verdad es que el dolor de cabeza era muy intenso y estaba tratando que el aturdimiento que me provocaba no me hiciera perder el hilo de la conversación.


- Nada va cambiar ... - le dije casi con alivio - yo ya tengo las horas contadas, no hay nada que puedan hacer al respecto. De hecho, espero que traigas un arma porque no se en cuento tiempo mas me pueda convertir ... tu sabes que esto ya es inevitable.


Paola se acercó a mi rápidamente y puso sus labios sobre los mios, pero yo no hice intento por besarla. Ella se separó lentamente y me preguntó algo que me dejo helado :


- ¿Quieres ver a tu hija?

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